El saber popular nos dice que los ojos son la ventana del alma. Los médicos examinan las pupilas y psicólogos estudian los movimientos casi imperceptibles de los ojos.

Hasta en la Biblia encontramos alusiones a los ojos atribuidas al propio Jesús: “La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que hay en ti es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?” (San Mateo 6:22-23).

En tal sentido, nos preguntamos: ¿Los ojos de los políticos pueden ser estudiados. Qué podemos leer en ellos. Dicen verdades o mentiras. Qué nos dicen, por ejemplo, los ojos de Keiko? Dice también el saber de la gente “Ojos vemos, corazones, no sabemos”, pero frente a todas ellas, y a propósito de Keiko, me quedo con la frase rotunda de una vieja sabia que me dijo alguna vez “Los ojos no mienten caballero, son con como los astros, jamás se equivocan”.

Apelando a un conocido vals, intentaremos develar los que nos dicen los ojos de Keiko Sofía Fujimori Higuchi, Candidata a la Presidencia por Fuerza 2011.

“Donde se duerme tus ojos chinitos/cariño bonito por donde andarás...”

Keiko Sofía, aspirante al sillón de Pizarro, nos quiere vender la historia de que ha marcado distancia de su padre. Cuento chino.

“…duele tu ausencia cuando estoy solito/cariño bonito ven, ven te quiero más…”.

El doble discurso de Keiko respecto a que ha dejado de pensar y sentir como la hija dilecta que es, y que ahora asume plena y responsablemente su papel como candidata y estadista, es sólo un recurso usado tácticamente para diferenciarse de su padre, pero toda vez que esta mentira no estaría calando entre los electores que aun desconfían de ella, lejos de las cámaras dice lo contrario. Asi sus voceros en campaña vienen diciendo que Keiko es leal a su padre, a quien le dará la libertad apenas gane la segunda vuelta. ¡Allí está el detalle!

 “…y si no sabes que te necesito/pasa un ratito por mi soledad…”.

Keiko ha llegado al punto de tanta predica mentirosa, que dice (pobrecita la chinita) que por la campaña no ha visto a su “Api” sino en dos oportunidades. Falso de toda falsedad, si la campaña es dirigida desde la residencia del reo ¿cómo no va a tener oportunidades de verlo? Es más, Alberto Kenya instruye permanentemente a Keiko, tiene un conjunto de incondicionales como Jaime Yoshiyama cumpliendo sus directivas, u otros del selecto grupo del shogun criminal. ¡Y no va a ser!

 “Yo sé que al verme cantando solito/cariño bonito tendrás que llorar…”.

Una muestra de que Keiko no aceptaría de nadie que se dude de su fidelidad y consentimiento político a todo lo que el chino representa son las jaladas de orejas a Rafael Rey a quien cuadró por intentar desmarcarse respecto a los crímenes del chino alojado en el fundo Barbadillo, Keiko aun llora en privado por el destino de su papito, tan solito en un lugar tan feo y sin mayores comodidades. Lo que la gente no sabes es que el gran mandarín reina desde su cárcel dorada, y haciendo lo mismo desde una propiedad del Estado. El centro penitenciario de la DIROES ya no es ahora sólo una sucursal del antiguo SIN sino cuartel general de la campaña de Fuerza 2011. ¡Ya estaba visto!

 “Cariño, regresa a mi lado/ven acá cariño, yo sé que me quieres/cariño, cariño, tu amor no se muere/ven acá cariño, no me has olvidado…”

Si nos cuesta aceptar el supuesto de que Keiko se ha distanciado de su padre, menos aún nos vamos a tragar el sapo de que ella había roto con su tío Vladi. ¡Ya pues Keiko Sofía, si tu “api” te envió a estudiar a USA con dinero del fisco, tu tío Vladi como buen cajero del cleptopoder era quien te hacia las transferencias a Boston! Además, es por todos sabido que la ahora candidata presidencial convivió un montón de años con el pelado maldito en el pentagonito, es casi seguro que desde que ungida como Primera Dama hasta despachó con su papito y el tío Vladi en la misma oficina. Imagínese agudo lector una escena familiar, un domingo por la mañana donde Keiko, Sachi, Hiro y Kenyi, sentaditos en la misma mesa con su apito; ¿a quién le sirve el desayuno la chinita de lindos ojos? nada menos que al tío Vladi, de quien nos dice ahora, traicionó a su papi. ¡¿No faltaba más?!

 “Ya te extrañaré, tú me extrañarás/te recordare, me recordaras/yo te buscare, tú me buscaras/yo te encontrare, tú me encontraras…”

Por la misma razón, no creemos que Keiko Sofía se haya apartado de su padre. Existe una relación filial muy férrea, donde Keiko y sus hermanos testimonian una inmensa gratitud al padre, que les dio atención, educación y seguridad cuando se separaron y optaron por su padre con el costo de abandonar a su madre. Pero para los Fujimori, no es solo un asunto familiar, es un tema eminentemente político y de intereses compartidos. Su futuro personal y el de sus familias esta enfeudado al proyecto político que impulsa el reo Alberto Kenya. Así lo entendieron Keiko y Kenyi, así será en el supuesto de que Fuerza 2011 gane las elecciones. El responsable de la debacle moral y política hasta el 2000 requiere de este triunfo, y Fuerza 2011 requiere de la liberación del padre para darle la proyección estratégica a su proyecto político. Alberto Fujimori será liberado por cualquier medio posible, no importa cual, pues el chino es requerido para conducir directamente la marcha del nuevo gobierno, y ser en realidad el poder detrás del sillón presidencial. ¿Alguien puede dudar todavía de este asunto?

 “Te perdonare, me perdonaras/siempre te querré, siempre me querrás/siempre te diré, siempre me dirás…”

Pero quien espera con la misma alegría es el ex capitán Vladimiro Montesinos Torres. Sabe que es una cuestión de tiempo. Las rejas se abrirán tarde o temprano, pues información es poder, y el tío Vladi sabe muchas cosas, quizás demasiadas, que se pueden dejar escuchar en algún lugar si acaso no es también liberado. Y todos tiemblan, pues si empieza a hablar esto empezaría a marcar el principio del fin del neo fujimorismo en el poder. Por eso, Vladimiro Montesinos sabe que pronto lo veremos nuevamente con sus huachafas camisas de seda y sus ternos de fina marca, con su risita cachosa y sus Rolex en la muñeca, sentado a la diestra del emperador y la princesa Keiko Sofía, cantándoles: “Qué lindos son tus ojos/Qué dulces son tus labios”. (Luis Pineda)